Si usted piensa que en Chile somos buenos para hacer feriados, dele una vuelta al calendario de Tailandia, que tiene tres (¡¡¡3!!!) celebraciones de año nuevo: el occidental que esperamos el 31 de diciembre, el budista o Songkran el 13 de abril, y el año nuevo chino que se celebra con la primera luna llena del año.
Resulta que sin tener idea de todo lo anterior, planificamos nuestro viaje para llegar justo en la víspera y hoy nos encontramos un espíritu muy festivo por todos lados.
Ratcha-anachak Thai o el reino de Tailandia, es una monarquia constitucional, o sea: tienen rey. Por las calles en estas festividades uno se encuentra con imágenes del rey Rama IX y su esposa. Como todo país monárquico, tiene un Palacio Real, y hoy lo fuimos a conocer.
El Gran Palacio tiene diferentes entradas, y los extranjeros no podemos entrar por todas, así que ojo con eso. Además hay que entrar con las piernas y hombros cubiertos, por lo que en las entradas hay vendedores y arrendadores de pareos y camisas que te salvan el ingreso. Yo arrendé una camisa muy guayabera por $50 bahts (algo así como $900 CLP) para la que tuve que dejar un depósito de $100 bahts ($1800 CLP aprox) que a la salida devolví recibiendo mi dinero de vuelta. Digamos que no era mi estilo como para quedarme con ella.
El recinto se encuentra junto al río Chao Praya, así que cuando preguntas cómo ir, TODOS intentan venderte el viaje por el río, que es más lento y por donde te pueden sacar más dinero, o te dirán que está cerrado, aún cuando el Palacio está abierto «Every Day» como dice el letrero de la entrada, para venderte un tour más costoso. Nosotras decidimos irnos directo, así que tras regatear (es la costumbre local y te miran raro cuando pagas de una vez) con un taxi que nos dijo que estaba cerrado, y con un tuk-tuk que nos quería cobrar el triple de lo que vale el traslado, hicimos nuestro primer viaje en estas motos-triciclo de transporte de pasajeros.
Aunque en las intersecciones temimos por nuestras vidas (naaaaa, en realidad solo da miedito) realmente es una experiencia que vale la pena incluir.
El Gran Palacio, donde hace años ya no vive el rey, tiene más de 218.000 m2 de extensión, muchas construcciones con detalles, colores y formas para pasar horas mirándolo todo. La entrada a la sección principal vale $500 bahts y te derecho a entrar a varios sectores.
El punto más famoso es el Wat Phra Kaew, un templo (si dice Wat en el nombre, es un templo) donde se puede apreciar el Buda de Esmeralda, que es una figura de 45 cm de altura aproximada, de Buda sentado y que NO ES DE ESMERALDA! es de Jade verde. Según lo que nos contó el audio guía (que se arrienda por horas al ingreso), tiene 3 trajes diferentes según la temporada y se los cambia el rey en persona en una ceremonia. El Wat Phra Kaew es pequeñito y no se puede entrar con ningún tipo de calzado, y al interior hay personas orando y a las afueras hay pequeñas fuentes con agua para autobendecirse con flores.
Recorrer el recinto del Gran Palacio es un punto obligado de las visitas a Bangkok, y ahora entendemos por qué: lo vale.
Personalmente, quedé muy impresionada por la cantidad de detalles que se pueden ver en cada rincón, todo construido manualmente desde 1792, con colores y formas poco habituales para nuestras costumbres chilenas (somos re-fomes)
Por los 27927392 grados de calor (en realidad 43) y lo completamente lleno que estaba todo, no fuimos capaces de quedarnos a recorrerlo entero. Así que tras un par de horas de sudorosa caminata salimos a tomar un tuk-tuk con destino al mall MBK que es muy grande y tiene muchas cosas… y es todo lo que puedo decir de ese lugar.
En el regreso fuimos «bendecidas» con baldes de agua y tiza del Songkran (revisa el reporte AQUÍ) y gracias a eso y el aire acondicionado del mall tuve que aplicar paracetamol y antisépticos bucofaringeos antes de dormir.
Recomendaciones:
- Hay que ir al Gran Palacio temprano en la mañana, para no morir de calor y para no andar chocando con los grupos de turistas que siguen a sus guías.
- Regatear es deporte nacional, practícalo de vez en cuando.
- Si no quieres ir con guía, puedes arrendar el audio. Está disponible en varios idiomas.
- El inglés es bastante útil para comunicarse en lugares turísticos, pero en un comercio local lo mejor es apelar a la gesticulación. En serio. Tuve que comprar en una farmacia haciendo gestos y onomatopeyas de enferma para que me vendieran antisépticos bucofaringeos.
Mañana vamos a Ayutthaya, Patrimonio de la Humanidad reconocido por la Unesco,con navegación incluida, así que tendremos nuevos reportes para compartir.