Ubicada en el norte de Tailandia, aproximadamente a 700 kilómetros de Bagkok, Chiang Mai es una ciudad de más de 2 millones de habitantes con mucho para ver.
Nos hospedamos en el Hotel Park, bastante grande, cómodo y limpio. Eso sí, tiene un aire de pasadas glorias que no tengo cómo explicarles. Cuenta con piscina y servicio de desayuno buffet y… los baños de las habitaciones tienen tinas aptas para darse un baño de inmersión 😀
El Hotel Park está a 20 minutos, caminando en línea recta, del centro y de los mercados nocturnos de la cuidad. Así que aprovechamos esa primera tarde para salir a conocer.
Chiang Mai significa «ciudad nueva» y fue fundada en 1296, cuando esta zona era parte de un reino que hoy no existe y estaba en la ruta de la seda. Se diferencian bastante de la capital en varios aspectos, que incluso saltan a la vista, como que por ejemplo son un poco más morenos y que hablan un idioma diferente entre ellos, que tiene el mismo nombre que el reino desaparecido: lanna.
De la parte urbana hay que destacar que a las 22:00 parece iniciarse el reinado de las cucarachas en las calles y veredas. Muchas, en serio. Quizás sea porque no hay basureros en las calles, así que uno se encuentra en las esquinas botellas vacías o envoltorios de comida.
Aquí también hay tuk-tuks que te ven la cara de turista y te cobran el doble o triple que a un local por llevarte a cualquier lado, pero además hay unas «camionetas – colectivos» de colores. Estas camionetas parecen tener el mismo sistema de los tuk-tuk, salvo que cada color te indica la zona a la que te pueden llevar.
El «mercadillo nocturno» es Anusarn Market, y resultó ser una consecución de puestos y más puestos en las veredas y en un par de galpones en los que puedes encontrar desde souvenirs, fruta, ropa, travestis y prostitutas. Cada cierta cantidad de puestos hay sillas y reposeras en las que te puedes echar para recibir un masaje, o un carrito que vende comida.
Otro punto que nos llamó la atención fueron las discotecas-karaokes que instalan en la entrada a 8 o más jovencitas poco vestidas sobre tacones gigantes que no logran que se vean mayores. Lo curioso es que todas ellas, en todos los locales que vimos, están permanentemente concentradas en las pantallas de sus teléfonos y tomándose selfies, sin establecer ningún tipo de contacto visual con los potenciales clientes que pasan por las veredas. Nos cuentan que los clientes principales de estos «karaokes» son japoneses, coreanos del sur y europeos que pagan con MasterCard (atentos bancos!).
Chiang Mai es grande, cosmopolita y parece ser la puerta norte del país, aún cuando más al norte está Chiang Rai. Desde aquí salen numerosos tour para visitar campamentos de elefantes y tigres, granjas de serpientes o ver el cultivo de orquídeas. Además cuenta con su propio estilo gastronómico, también basado en el arroz, pero incorporando nuevos sabores o formas de cocinar. Vale la pena visitar la zona y dedicarle al menos 3 días (quizás 1 semana sería adecuado para sacarle el jugo).
Recomendaciones:
- Si te dan asco los insectos, cucarachas, arañas y polillas, lo tuyo es viajar a la Antártica. Porque acá hasta se comen a unas primas de las arañas pollito.
- Si en el viaje a Tailandia pasas por Bangkok y Chiang Mai, deja la compra de recuerdos para Chiang Mai. Los precios son mejores que en la capital, si es que recuerdas lo importante de regatear, y en esta zona del país hay más seda y plata.
- Si vas a estar varios días, puedes arrendar una moto por el día para moverte por la ciudad. Quienes me conocen saben que prefiero el tuk-tuk.
- Prueba el helado que preparan en el mercado nocturno con yogurt y como 40 opciones diferentes. Es caro, para ser Tailandia, pero vale cada baht!!! (Mira cómo se prepara en 3 minutos)