Koh Nang Yuan es una de las islas vecinas a Pha Ngan, y en realidad no es una isla sino que son tres islotes conectados por un banco de arena que les sirve de playa. Está en el Golfo de Tailandia y desde las demás islas se realizan permanentemente excursiones de navegación y buceo por el día. Sus aguas son sumamente transparentes y tan cálidas como en el resto de la zona, llenas de cardúmenes multicolores, lo que la hace muy atractiva para las escuelas de buceo que acuden a diario para usar Nang Yuan como locación.
Pero para disfrutar de las bellezas de la zona fue necesario salir a las 08:15 horas del hotel, programándonos para desayunar en 10 minutos, porque comenzaban a servirlo a las 08:00 h. Con nada más que la energías de reserva que te otorgan las divinidades viajeras, logramos estar a la hora convenida arrastrando la carga de una Full Moont Party en los hombros.
Pero no éramos las únicas. En el muelle donde nos embarcaríamos había una gran cantidad de personas en situaciones similares. Parecía capítulo de Walking Dead.
Algunos durmiendo en el suelo, personas avanzando con muletas, vendajes o cabestrillos (heridas de guerra de la Full Moon Party). Otros tratando de hidratarse y la mayoría: echados o sentados donde se pudiera, tratando de mantenernos con los ojos abiertos y hablando por turnos para asegurarse que si tú no dormías, el resto de tu grupo tampoco.
Luego de esperar un rato más largo de lo deseado, embarcamos en la lancha rápida que nos transportaría los casi 60 km de distancia hasta el lugar de postal. Hay varios tour operadores que realizan este viaje, el que nosotros contratamos costó $1.800 baht cada una (aproximadamente $40.000 CLP según el cambio de la época, cada temporada los precios se actualizan así que cotiza antes de contratar) y nos aseguró un guía anglo parlante, agua embotellada varias veces en el viaje y el almuerzo buffet en la isla.
La lancha rápida hizo honor a su denominación, y partimos con las indicaciones de itinerario del guía, acomodadas estratégicamente en popa (por si hubiera oleaje nos moveríamos menos que los pasajeros de proa), respirando el tibio aire marino. Más o menos al minuto 10 comenzaron a aparecer los primeros «caídos», aquellos tan cargantes como nosotras que se fueron de fiesta y de todos modos insistieron en visitar la isla.
En la navegación a Nang Yuan pasamos en las cercanías de otras islas y veíamos a la distancia algún ferry o en nuestra misma ruta de navegación otras lanchas yendo como abejas al panal hacia el destino del día. Esa gran cantidad de visitas que reciben actualmente los islotes han elevado alguna voces de alerta respecto de los cuidados necesarios en pro de la conservación de las especies y el ecosistema que habitan.
Estas alertas incluso llegan a ser alarmas en algunos casos más extremos que llaman a los visitantes de Tailandia a no visitar Nang Yuan. Pero los tour operadores de la zona ya han generado acciones que apoyan un desarrollo turístico sustentable. Es decir, que nos permita seguir disfrutando de todos esos maravillosos y únicos paisajes, y nos llame a ser responsables con nuestros residuos y acciones mientras lo hacemos.
Ya llegando acercándonos hay que sacar la cámaras y fotografiar los bungalows turísticos que cuelgan de las rocosas laderas de algunas islas que pasamos en el camino, y que inevitablemente te hacen recordar levemente los palafitos chilotes. Un diseño que veremos repetido en Nang Yuan, donde está instalado un resort que presta servicios también a quienes visitan la isla por el día, con comida, servicios higiénicos y enfermería.
Por el lado del muelle, al llegar, vimos varias lanchas de diversas formas y tamaños atracadas en la pequeña bahía, y turistas ya recorriendo el lugar. En la isla encuentras una zona llamada Jardín Japonés, una playa en la que el resort instala reposeras y sombrillas, zonas delimitadas para el nado y snorkeling, un restaurant buffet y un sendero que te lleva al mirador de la cima de uno de los islotes desde donde hay una vista privilegiada (desde ahí tomé la foto principal de este post).
Al llegar, el guía nos dio las indicaciones y el tiempo disponible para recorrer por nosotros mismos, hacer snorkeling, nadar o sencillamente tratar de pasar la resaca que algunos aún llevaban consigo. Nosotras decidimos recorrer rápidamente la playa, que es de pequeñas piedrecillas y trocitos de conchas, constatar la tibieza del agua y hacer el camino hasta «la punta del cerro».
El «View Point» se encuentra en la cima de una de las islas, las que no se remontan mucho sobre el nivel del mar por lo que no es un desafío de alto rendimiento llegar ahí. Cuando visitamos Nang Yuan estaban realizando mejoras en el sendero de madera, incorporando una base metálica anclada a las rocas que reemplazaría los viejos pilotes de madera. Ese sendero avanza bordeando la isla y alejándose de la playa, para luego comenzar la subida de escalones de cemento que se internan entre la vegetación hasta alcanzar las rocas que coronan y constituyen el mirador.
La subida en si misma no es agotadora. El problema es: la temperatura cercana a los 40 grados y la humedad. Como fui con una mochila con zapatillas y calcetines deportivos además de los implementos fotográficos, no tuve problemas para escalar las rocas de la última parte, pero en el camino vi a una joven que se había lastimado el pie por intentar hacerlo descalza y en bikini <— Usted NO LO HAGA.
Tras los últimos escalones, llegas a grandes y redondeadas rocas por las que tienes que escalar y apoyarte para llegar a dos grandes bloques rocosos (es similar a la cima de Huayna Picchu, del que les contaré más adelante). Te debes subir sobre ellos para alcanzar la vista privilegiada que permite ver todo el esplendor de Nang Yuan. De verdad es hermoso y vale cada gota de sudor (o chorro).
Eso sí, si haces el ascenso con las condiciones metereológicas y horarias que lo hicimos nosotras, te encontrarás con que las rocas están suficientemente calientes como para no querer posar piel desnuda sobre ellas (otra vez: recomendable llevar calzado adecuado). Así que tras admirar unos minutos y tomar fotografías para no olvidar los detalles, querrás bajar de ahí a sumergirte en el agua, aunque esté tibia.
Una vez en la playa, refrescadas algo más, llegó la hora de almorzar y comenzar el regreso. En el itinerario de vuelta este tour contempló una escala de natación y snorkeling en una zona delimitada para tales efectos. De esa manera los visitantes están seguros, sin lanchas navegando a velocidad que puede poner en peligro a quienes estén en el agua, y protege a las especies marinas de ser agotadas con el constante interés humano.
Tras 20 o 30 minutos de esa pausa refrescante, volvimos a Pha Ngan a una hora suficientemente temprana como para poder descansar todo lo que nos faltaba, comer y despedirnos de la piscina y la playa. Porque se acercaba nuestra partida hacia Koh Samui.
Recomendaciones:
- Por si no se les ocurrió a ustedes mismos: no hagan este viaje la mañana siguiente a la Full Moon Party si ustedes van a la fiesta.
- Por otro lado, si no vas a la fiesta, es una muy buena idea ir el día siguiente porque hay menos personas y te permite apreciar mejor los lugares.
- Leímos en un par de sitios sobre la isla que se recomienda no ir lunes, martes y miércoles, porque son los días que van a hacer sus bautizos las escuelas de buceo de Samui, así que se llena.
- Lleva calzado y ropa adecuada para subir al View Point, además de una botella o mochila de hidratación (invariablemente sentirás que el agua está tibia, pero es mejor el agua tibia que nada de agua en absoluto).
- Si quieres ser un turista / visitante / viajero responsable y sustentable: no te lleves de recuerdo corales, conchitas o plantas. Por un lado interrumpes el ciclo natural del hábitat que visitas y, por el otro, hay muchos países que prohiben el ingreso de esos materiales si no han sido trabajados para eliminar el transporte de plagas agrícolas (hola amigos del SAG! revisa el recuadro de ingreso o salida de Chile)
- Si no llevas cámara sumergible, algunos tour operadores te arriendan durante el viaje una Go Pro o similar. El nuestro, al término del viaje, nos entregó la tarjeta de memoria con las fotos y videos.
- Si te gustó nuestro itinerario, te recomiendo revisar la empresa con que viajamos Lomlahk, no solo el viaje cumplió con nuestras expectativas, sino que además vimos al guía lidiar con algunos problemas de salud (insolación y resaca) muy profesionalmente y manteniendo a sus pasajeros calmados y tranquilos.